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100 grandes canciones de Luis Alberto Spinetta

Lo mejor de Luis Alberto Spinetta

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100 grandes canciones de Luis Alberto Spinetta

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1 100 grandes canciones de Luis Alberto Spinetta

Lo mejor de Luis Alberto Spinetta

 

Spinetta en los 80

 

 

Considerado uno de los padres del rock argentino, “El Flaco” nació el 23 de enero de 1950 en Buenos Aires. Fue mentor de legendarias bandas como Almendra, Pescado Rabioso, Invisible, Spinetta Jade y Spinetta y los Socios del Desierto, y autor de grandes canciones como “Rezo por vos”; “Muchacha ojos de papel»; “Todas las hojas son del viento” o “Seguir viviendo sin tu amor”.

En su recuerdo y reconocimiento, el 23 de enero se conmemora en la Argentina el «Día Nacional del Músico». La fecha fue declarada el 14 de diciembre de 2014 por un decreto de ley sancionado por la Cámara de Senadores.

Spinetta pisó fuerte y dejó un legado que trasciende lo artístico. A lo largo de los años y en contextos diferentes puso el cuerpo para acompañar distintas reivindicaciones sociales y defendió como propias demandas de sectores desoídos. Fiel a su estilo y consecuente hasta la médula, su compromiso latió siempre en sus declaraciones y canciones. Dijo presente en las marchas docentes. Con igual compromiso acompañó al Colegio Ecos en la lucha por una mayor seguridad vial, luego del fatídico choque del octubre de 2006 en una ruta de Santa Fe que le costaría la vida a nueve estudiantes y una docente de su comunidad educativa y a los dos ocupantes del vehículo contra el que colisionó el micro. Dijo alguna vez: “me gustaría que mi música ayude a paliar el dolor de los que no pueden”.

Pareció esquivar los mandatos del mercado, las modas, o el “qué dirán”. Su política y sus ideas podían traducirse en el contenido de sus letras. “El Flaco” dejó una marca profunda en el mundo del rock nacional. Y por eso, pero no solo por eso, se convirtió en un referente musical de varias generaciones. Su estilo, su calidad y calidez poética dejaron una impronta única. Entre sus seguidores figuran artistas internacionales y locales. Basta navegar por la inmensidad de Internet para encontrar figuras de renombre de la escena musical, de todos los tiempos y de aquí y de más allá, que han declarado a viva voz su admiración por el músico. Y no solamente personalidades del campo artístico.

Es vox populi que el presidente Alberto Fernández tiene a Spinetta entre sus cantautores favoritos. El primer mandatario eligió dos fotos para poner sobre el escritorio de trabajo que tiene en su despacho de la Casa Rosada. Se trata de dos fotografías que recuerdan instancias de su gestión como Jefe de Gabinete: una de ellas, conversando con el entonces presidente Néstor Kirchner; la otra, durante una visita de Luis Alberto Spinetta a la Casa Rosada en 2005, en el marco de “Música en el Salón Blanco”, ciclo del cual Fernández fue uno de los promotores. Al recibir una estatuilla, el creador de Almendra dijo: “No es un Óscar, es un Néstor”.

Spinetta falleció el 8 de febrero de 2012 a los 62 años. Este enero cumpliría 70 años. Hace unos días, el 15, se cumplieron 50 años del primer disco de Almendra con «Muchacha ojos de papel», «Plegaria para un niño dormido», «Ana no duerme», «Fermín», «Laura va», «Figuración», «Color humano», «A estos hombres tristes» y «Que el viento borró tus manos». Fue el lanzamiento musical para Luis Alberto Spinetta (voz y guitarra), Emilio del Guercio (bajo y voz), Edelmiro Molinari (guitarra y voz) y Rodolfo García (batería).

 

Luis Alberto Spinetta
Luis Alberto Spinetta

1. “Muchacha (Ojos de papel)”

Almendra – ‘Almendra’ – 1970

Si “La balsa” de Los Gatos con sus 200 mil copias vendidas había marcado un estándar de mercado para el rock argentino, “Muchacha (Ojos de papel)”, la apertura del primer disco de Almendra, puso muy arriba el nivel artístico de un movimiento incipiente. Desde el arpegio que abre se insinúa la sensibilidad de un clásico eterno. Como en una serenata hippie las voces del coro custodian la melodía trémula, casi recitada. Con los años “Muchacha…” permanecería como la canción símbolo de Almendra y como un emblema de las conquistas sociales e individuales de los 60.

En “Muchacha…” Spinetta llevó al paroxismo la técnica surrealista del collage que Miguel Abuelo había anticipado en sus “Mariposas de madera”. Aquí, como un Arcimboldo trovador Spinetta le da atributos a cada parte de esa muchacha que también es contemporánea de la Ramona de Berni, otra criatura collage. Su objeto amoroso (que viene a ser Cristina Bustamante) tiene “pechos de miel”, “piel de rayón”, “corazón de tiza” y, claro, “ojos de papel”. Un ejercicio surrealista básico que sintoniza con las materialidades lisérgicas del Lennon de “Lucy in the Sky with Diamonds”. Aunque la letra abre un abismo en la música popular, Spinetta dice tanto y más con su voz. Escúchenlo de nuevo decir (porque casi dice) “sueña un sueño despacito entre mis manos hasta que por la ventana suba el sol…”. Hay una concentración allí que no hemos vuelto a escuchar nunca. Y es la de alguien que se asoma a un aleph revelador y titilante. Como si Luis hubiera sabido absolutamente todo demasiado pronto.

2. Durazno sangrando

Invisible – ‘Durazno sangrando’ – 1974

Aires de baguala en la canción más telúrica grabada por Spinetta desde su aparición en 1968. La pieza que da nombre al segundo disco de Invisible enfatiza el concepto acústico de un álbum cuya lírica es, en parte, adaptación de una adaptación de Jung. Un clásico instántaneo del songbook spinettiano.

3. Cantata de puentes amarillos

Pescado Rabioso – ‘Artaud’ 1973

Hay razones para creer y sostener que esta es la canción que hizo de Spinetta un compositor absolutamente único porque nada se le parece. Organizada como una suite, con cada movimiento se revela un secreto mayor. Hay un espejismo de espontaneidad aquí, como si hubiera salido de un tirón. Pero no. ¿De dónde salió?

4. Tema de Pototo (Para saber cómo es la soledad)

Almendra – ‘Simple’ – 1968

Estrenado por nada menos que Leonardo Favio, el lado A del primer simple de Almendra introduce (con arreglos orquestales, órgano Farfisa y distorsión fuzz) a Spinetta como un genio precoz y a los Almendra como los Beatles porteños. El aire barroco de la melodía provoca esa emoción de lo sublime-clásico y pone al grupo en sintonía con Procol Harum.

5. Alma de diamante

Spinetta Jade – ‘Alma de diamante’ – 1980

“Aunque tu corazón recircule, siga de paso o venga”. Spinetta se pone soul para enfatizar el puente de este midtempo rodeado por sintetizadores (el inolvidable solo marciano del babymoog Juan del Barrio) que entonces eran de última generación. Un himno luminoso con cierto aire lennoniano por el sonido del piano.

6. Barro tal vez

Luis Alberto Spinetta – ‘Kamikaze’ – 1982

“Y es que esta es mi morada donde el hacha punteará/ donde el río secará para callar”. Llevamos tatuadas esas palabras que Spinetta escribió con cadencia de zamba a los 15 años y que grabó en el linde de lo sublime. Cómo es que, tan pronto en la vida, se sintió “canción, barro tal vez”. Prodigiosa por donde se la escuche.

7. Ana no duerme

Almendra – ‘Almendra’ 1970

El momento más rocker del debut. “Ana” es la hermana de Luis y esta historia se cuenta sobre un ritmo urgente con intervenciones prodigiosas de Edelmiro (su guitarra es… ¡grunge!) y arreglos de voces que, ahora, hacen pensar en el primer Queen. Spinetta demuestra que (también) es la voz del vértigo.

8. Post-Crucifixión

Pescado Rabioso – ‘Simple’ – 1973

Del simple adelanto de Pescado 2 sale esta marcha arrolladora con otro de los riffs memorables de Spinetta. Ya es otro grupo, con el órgano de Carlos Cutaia aportando densidad. Se aúlla una invocación anticipatoria: “Madre del dolor”. Difícil no estremecerse cuando Luis canta: “Siento presagios de lo que vendrá”.

9. Los libros de la buena memoria

Invisible – ‘El jardín de los presentes’ – 1976

Spinetta cuenta cuatro y va… Una inmersión en el planeta Invisible con su porteñidad extrañada de tango surreal y esa superposición de climas y planos única. Hay que distinguir la melodía de la letra (“Halo de rouge”) y esta de las texturas de las guitarras y el bandoneón (Mosalini) para tener la experiencia completa.

10. Laura va

Almendra – ‘Almendra’ – 1970

La heroína teen de “She’s Leaving Home” (Lennon-McCartney) viaja al Río de La Plata y la historia de Laura es musitada por la voz frágil de Spinetta. La orquesta que lo acompaña es todo un acontecimiento artístico con Rodolfo Mederos estableciendo un contrapunto evocador desde el bandoneón.

Molinari, Del Guercio, Spinetta y García (desde la izquierda) se fotografían muertos con la bandera argentina. "Almendra hace ese manifiesto y después aparece ''The Kids Are Allright'', de los Who", decía Spinetta
Molinari, Del Guercio, Spinetta y García (desde la izquierda) se fotografían muertos con la bandera argentina. «Almendra hace ese manifiesto y después aparece »The Kids Are Allright», de los Who», decía Spinetta Crédito: Gentileza Rodolfo García

11. Maribel se durmió

Spinetta Jade – ‘Bajo Belgrano’ -1983

Derivada de la Novena Sinfonía de Beethoven, la melodía de “Maribel… ” quedó asociada en 1983 a los desaparecidos en paralelo con “Los dinosaurios” de Charly García. Aunque Spinetta la dedicó a las Madres de Plaza de Mayo, fue originalmente compuesta en la convalecencia de su hijo Valentino. La simbología creció con el clip de B.A. Rock.

12. Cementerio club

Pescado Rabioso – ‘Artaud’ – 1973

Blues levemente jazzeado, tiene una de las frases de guitarra más características de toda la discografía de Spinetta. La claridad de la performance vocal se contrapone al cerrado hermetismo de la letra que abre con la memorable frase “Justo que pensaba en vos/ caí muerto”. La zapada gana en groove al límite del fade out.

13. Seguir viviendo sin tu amor

L.A. Spinetta – ‘Pelusón of milk’ – 1991

Spinetta sorprende a propios y extraños con esta canción luminosa que resultará su máximo hit radial. La frase de guitarra sintetizada introduce una atmósfera pop que se verifica en la melodía, el estribillo levemente rockeado y el mensaje directo de la letra: “Y hoy que enloquecido vuelvo/ buscando tu querer”.

14. Figuración

Almendra – ‘Almendra’ – 1970

Caracterizada por la flauta dulce (Del Guercio), esta balada anticipa ciertas maneras de Sui Generis aunque en el coro del final se advierta la voz gruesa de Pappo y otros muchachos del entorno conocido como “Circo”. Es que Almendra media entre esos extremos de folk naif y rock duro. Spinetta canta sobre una extraña fábula de transmigración.

15. Jugo de lúcuma

Invisible – ‘Invisible’ – 1974

Un catálogo de posibilidades en cuatro minutos y medio. El efecto impresionista del comienzo, la armonía jazzera, el surrealismo crudo de la letra (“Patas de mueble de bronce/ caminan ya”) y ese final que se interrumpe en pleno despegue. Invisible apuesta a desnaturalizar la porteñidad con su fuego ártico.

16. Para ir

Almendra – ‘Almendra’ – 1971

Aires de canción de cuna o “Plegaria…” 2.0 en una joya electroacústica que hace de remanso en el turbulento doble de Almendra. “Para ir” cerraba el primero de los dos discos con instrucciones mágicas: “Descálzate en el aire para ir”. El grupo se convierte de banda de rock a un ensamble de cámara chamánico.

17. El anillo del capitán Beto

Invisible – ‘El jardín de los presentes’ – 1976

Haedo, los colectivos, el mate, River Plate, el tango, la vieja… Spinetta nunca había sido tan alusivo y directo en sus letras. “Beto” es el astronauta argentino (“la foto de Carlitos sobre el comando” es una imagen inmejorable) en viaje al espacio sideral y… ¿Alonso? Alta ternura en el cosmos.

18. Rutas argentinas

Almendra – ‘Almendra’ – 1971

Almendra fijó para siempre la versión nacional de la épica post-beatnik del viaje a dedo. Gesell, el sur, los destinos de la diáspora hippie en su retorno al origen. Con mucho humor, Spinetta asume el personaje de aquel al que los autos pasan de largo sistemáticamente. Un rock & roll que a esta altura es folclore.

19. Cristálida

Pescado Rabioso – ‘Pescado 2’ – 1973

El cierre de Pescado 2 bien podría presumir de ser la precuela de Artaud. Por las inflexiones acústicas y el desarrollo, con esos inserts sinfónicos a cargo de músicos del Teatro Colón, están sugeridas aquí las ideas que terminaron de imponerse en “Cantata…”. Lucha de clases en la poética spinettiana: “Todo gigante muere cansado de devorar a los de abajo”.

20. Canción para los días de la vida

L.A. Spinetta – ‘A 18’ del sol’ – 1977

En un disco de jazz-rock como A 18’ del sol, Spinetta podía correrse del género para recuperar una pieza acústica de la ópera de Almendra. “Cuatro pelos locos/ y un violín que nunca calla”, dice Luis y nunca se lo había escuchado tan íntimo y cómplice con su propia creación, en una realidad paralela.

21. Dale gracias

Spinetta Jade – ‘Alma de diamante’ – 1980

Aquella frase: “Este ensueño es un silbido más en el viento”. Otra vez, es un Spinetta de piano (eléctrico aquí) y sintes, muy concentrado en la performance vocal que va del susurro al gorjeo rocker sin que nunca pierda delicadeza o intensidad. Como “Alma…”, un género aparte; más fisión (lo que libera) que fusión.

22. A Starosta, el idiota

Pescado Rabioso – ‘Artaud’ – 1973

El melodista y el radical vanguardista vuelven a cruzarse en este track donde a una balada de piano le sigue una laguna de cintas (se escucha “She Loves You” de los Beatles), notas muertas y ruido. En el tiempo de un hit (3:15) Spinetta va y viene de la música pop a la música electroacústica-concreta como si nada.

23. Quedándote o yéndote

L.A. Spinetta – ‘Kamikaze’ – 1982

Tras la intro exquisita de Rapaport en el Rhodes viene este canto de redención donde Spinetta pide “amar y amar hasta morir”. Hay que aguzar el oído para seguir los inserts de Luis en guitarra que quedan ocultos bajo la faena de Rapacon sus excursiones al límite del piano.

24. Todas las hojas son del viento

Pescado Rabioso – ‘Artaud’ – 1973

Acaso el momento más accesible de Artaud. Una versión folk y contracultural de Ser padres hoy que deja pistas sobre los sinsabores del reviente (“cuídalo de drogas”) y un manual de educación alternativa (“Nunca lo reprimas/ dale el aura misma de tu sexo”). El estribillo es, como canta Spinetta, pura “luz”.

25. Dulce 3 nocturno

Pescado Rabioso – ‘Desatormentándonos’ – 1972

Oasis acústico cantado a tres voces, tiene un efecto resplandeciente de intimidad y refugio. Una de las canciones menos transitadas de Pescado, que acaso merecía otra suerte en el fogón de la patria rocker. “Abre tu mente al sol/ todo irá mejor” es el sabio consejo que viene de 1972.

26. Plegaria para un niño dormido

Almendra – ‘Almendra en Obras’ – 1980

Si el regreso de Almendra funcionó como un gran reencuentro, esta versión de “Plegaria…” (1969) bien pudo ser el himno de ese pequeño país de dos noches. Del Guercio aporta tonalidades nuevas desde el vibrafón y el silencio que acompaña no es salud sino ensueño.

27. No te alejes tanto de mí

L.A. Spinetta – ‘Mondo Di Cromo’ – 1983

Mientras circulaba el video de “No te acerques tanto a mí” (The Police), Spinetta hacía rotar en la radio la contrafigura: “No te alejes tanto de mí”. Otro de sus hits lúdicos y absurdos (canta cosas como “yo estaba satinado/ vos estabas morada” con un registro paródico) con ese cierre coral de epifanía beatlesca.

28. Rezo por vos

L.A. Spinetta – ‘Privé’ – 1986

Al final cada uno tuvo su versión. La de Spinetta es menos directa que la de García que gana en punch por la economía de la instrumentación. Sin embargo, este “Rezo…” de Luis es insoslayable como testimonio para entender la información que cruzaron los dos solistas más emblemáticos del rock argentino.

29. Hoy todo el hielo en la ciudad

Almendra – Simple – 1969

La distopía de una Buenos Aires congelada en tándem con el escenario imaginado por Oesterheld para El eternauta. “No es el diluvio, no es el infierno/ voy a perforar el hielo”, canta Spinetta sobre la distorsión de Molinari. Almendra anticipa la era (argentina) de hielo y la poética de Luis lo resume: “El cielo ya no existe aquí”.

En los 90, la radio se enamoró de "Seguir viviendo sin tu amor", su mayor aproximación pop en años
En los 90, la radio se enamoró de «Seguir viviendo sin tu amor», su mayor aproximación pop en años Crédito: Lucía Grossman

30. Despiértate nena

Pescado Rabioso – Simple – 1973

La cara 2 de un simple incendiario. Si con “Post crucifixión” no alcanzaba, ahí estaba este número para el lucimiento vocal de David Lebón, cuyo estilo hard soul (el comienzo es muy del Spencer Davis Group con Stevie Winwood) pregnó una de las canciones pesadas más emblemáticas del rock argentino. Nadie volvió a decir “rayo” así, con tanta tormenta encima.

31. Resumen porteño

Spinetta Jade – Bajo Belgrano – 1983

“Ricky está listo/ listo del bocho”. Es así como Spinetta, sin escalas, puede pasar de lo alegórico-hermético al argot del “palo”. Ricky, Agueda, Cacho, son tipologías de una Buenos Aires (estamos en “Bajo Belgrano”) que Spinetta tiene en la mira de su catalejo. En la última estrofa echa una mirada a la revelación de los vuelos de la muerte. “La verdad es que da impresión ver los blancos peces en un nylon/ cuando es tan temprano/ usualmente… sólo flotan cuerpos a esta hora” .

32. Yo quiero ver un tren

L.A. Spinetta – ‘Estrelicia’ – 1997

“Acaso mañana alguien quiera ver una locomotora como la estatua de una virgen” decía Spinetta en el unplugged de MTV para presentar este rock distópico-ecologista de Mondo Di Cromo. En el coro recuerda tanto a Lennon que es difícil no estremecerse. Lúdico, vital y con ese solazo de David Lebón.

33. Final

Almendra – Simple – 1969

Otra gema de esos simples que se recuperaron con la edición en CD de Rafael Abud a principios de los 90. Rodolfo García pone en marcha a golpe de bombo un universo caleidoscópico que se descubre como atravesando un collage urbano. Junto con “Campos verdes”, representa el costado eco-naif de Almendra. Una verdadera delicatessen beat.

34. Me gusta ese tajo

Pescado Rabioso – Simple – 1973

Un tour de force spinettiano que hace de espejo con el “Tren de las 16” de Pappo’s Blues. Atípico para la lírica de Luis, parece su versión de los blues eróticos y sexistas que los Rolling Stones y Led Zeppelin tradujeron a blanco en los 60. De todos modos, la voz sexy y aniñada enmascara el significado. Se editó como simple y nunca envejeció.

35. Tu vuelo al fin

L.A. Spinetta – ‘Un mañana’ – 2008

Archiven esta frase: “Te sientes las agujas de un reloj que no sabe marcar y sólo da las vueltas”. Toda la potencia de esta canción opera en el contraste entre la indefinición melódica de las estrofas y la presencia rocker del estribillo. Como si Jade tocara una parte y los Socios del Desierto la otra.

36. Ella también

L.A.Spinetta – ‘Kamikaze’ – 1982

Es difícil creer que esta canción fue originalmente pensada para la ópera rock de Almendra que no fue. Como fuera, en el contexto intimista de Kamikaze se resignifica hasta volverse un must del repertorio spinettiano. La suma de guitarra Ovation y piano eléctrico no es instrumentación sino índice estético.

37. Lo que nos ocupa es esa abuela, la conciencia que regula el mundo

Invisible – ‘Invisible’ – 1974

La elasticidad del trío Invisible es tal que en los simples del debut hasta pueden sonar pop (o casi). Sólo Spinetta pudo ser capaz de articular un estribillo liberador con la abigarrada frase del título. Si Pescado oscilaba entre pesado y frágil, Invisible switchea de modo intrincado a directo.

38. Bajan

Pescado Rabioso – ‘Artaud’ – 1973

Casi Almendra, con Del Guercio y Rodolfo García en la base rítmica, “Bajan” es arquetipo de la sencilla perfección del disco de diseño disfuncional. Subrayada por el eco, la voz de Luis irrumpe con la guitarra eléctrica apenas distorsionada: “Tengo tiempo para saber/ si lo que sueño concluye en algo”.

39. A estos hombres tristes

Almendra – ‘Almendra’ – 1970

Entre aires de jam-session y canción urbana, Almendra esboza una especie de suite comprimida que abre con un verso inolvidable: “Cuánta ciudad/ cuánta sed/ y tu nombre solo”. Es el momento más progresivo del debut. El equivalente sónico a los fotogramas marca Torre Nilsson.

40. Algo flota en la laguna

Pescado Rabioso – ‘Desatormentándonos’ – 1972

El cuento de Nessie (o Nahuelito si practicamos la sustitución de monstruos lacustres) en la versión de la lisergia heavy criolla. Pescado puede llegar a ser proto punk en ese grito demente de Spinetta: “La caridad del universo es falsa”. Hay una inadvertida versión cuasi reggae de Fabiana Cantilo en su debut solista (García metió mano, por supuesto).

41. Credulidad

Pescado Rabioso – ‘Pescado 2’ – 1973

“Las uvas viejas de un amor/ en el placard”. ¿Cómo no quedarse pegado a esta canción? ¿Cómo no creer en todas las proposiciones que Spinetta deja caer en “Credulidad”? Tres minutos que parecen veinte, tal el efecto de suspensión del tiempo que se consigue. No hay estribillo, apenas una palabra que se clava como una aguja.

42. Jardín de gente

Los Socios del Desierto – ‘Los Socios del Desierto’ – 1997

“Ya no sé si es que amanece o veo el cielo como un gran collage”, canta Luis en uno de los mejores textos del doble con los Socios. El mix de canción pop con arreglo de cuerdas anticipa algo del Divididos de Narigón del siglo… En el contexto del disco, el carácter más melódico de “Jardín…” no se contradice con el pulso violento del trío.

43. Toma el tren hacia el sur

Almendra – ‘Almendra’ – 1971

El comienzo es como una de esas zapadas sacrificiales del público de (la película) Woodstock. Métrica de bongo afro para un beat con ánimo de trance que se va transformando en lo que será el resto del doble de Almendra: un experimento gozoso y sin red. La aceleración del ¿estribillo? (“todos se habrán volado”) da taquicardia.

44. Que ves el cielo

L.A. Spinetta – ‘Exactas’ – 1990

En su primer disco (solista) en vivo, Spinetta rescata la canción más abrumadoramente sencilla de los días con Invisible. La versión respeta lo suficiente la original como para permanecer en la esfera folk aunque aggiornada al sonido de fines de los 80. Los Martes Menta de Ariel Minimal la versionarían, pronto, en clave “Madchester”.

45. La luz te fue

Los Socios del Desierto – ‘Los Socios del Desierto’ – 1997

Spinetta, Wirtz y Torres firman aquí el mejor hard rock de las últimos quince años del rock argentino como si Pescado R. hubiera vuelto por más. Entre la disonancia del King Crimson más furibundo (Red) y el Black Sabbath recuperado por el rock alternativo (Soundgarden) sale disparado ese riff podrido que se abre a un free rock acelerado, sin tregua. ¿Y el final? Rock.

46. La herida de París

Spinetta Jade – ‘Los niños que escriben en el cielo’ – 1981

Spinetta va hacia un modelo propio de canción que conjuga su búsqueda de la segunda mitad de los 70 (el soporte armónico del jazz) con el incipiente sonido new wave de la nueva década (The Police) manteniendo la impronta lírica. “La herida de París” es la huella fundacional de esa clave que se irá actualizando conforme avance la década.

47. Suspensión

Invisible – ‘Invisible’ – 1974

Spinetta, Machi y Pomo revisitan el hard rock lisérgico de Pescado Rabioso en clave de masaje tántrico. Hay una idea distinta de la electricidad en este trío tan aerodinámico como capaz de ralentar el clímax hasta la claustrofobia. La melodía en canon (Spinetta y Machi) da respiro en una atmósfera cansina y nebulosa, casi de lo que en los 90 llamaríamos stoner.

48. ¿No ves que ya no somos chiquitos?

Spinetta Jade – ‘Madre en años luz’ – 1984

Arropado por todo tipo de sonoridades sintéticas, Spinetta oficia aquí de crooner superponiendo su calidez a una armonía disonante que otorga cierto aire siniestro al tema. “No ves que ya no estamos tan loquitos”, parece decirle Spinetta a un ente disciplinador. Dos minutos de una luminosidad tan intensa que encandila.

49. Fina ropa blanca

L.A.Spinetta – ‘Don Lucero’ – 1989

Spinetta es capaz de encarnar todo el rock en ese segmento que va desde que dice “todos los espejos de su corazón se quebraron en mí” al urgente “y acaso las sombras cubrirá”. Esa potestad está en el núcleo de su carisma artístico y emerge así, como una irrupción dislocada del contexto sonoro. Otro Everest.

50. Ludmila

Spinetta Jade – ‘Madre en años luz’ – 1984

Spinetta logra combinar una armonía de inflexiones jazzeras con un beat tecno-cardíaco, todo con su voz muy arriba en clave de grito primal. Es su declaración del estado de época. Otra vez, las novedades, los chiches, le inspiran un tipo de canción absolutamente original. Inconseguible fuera de su universo.

51. Parvas

Almendra – ‘Almendra’ – 1971

En contraste con el primer disco del doble, el segundo abría con este hard rock caracterizado por un incisivo riff a contratiempo. Spinetta canta suave, como si surfeara la electricidad extático: “Mi vida al fin dividiré/ cien para mí, cien para el aire”. La dinámica de la canción oscila entre la contractura del segmento instrumental y el relax de la parte vocal.

52. Elementales leches

Invisible – Simple – 1974

Otra canción que se editó como simple complementario al debut y la primera que tocaron en vivo. Todas las tensiones inherentes a un power trío se distribuyen siguiendo el ordenamiento sutil de Invisible que diluye las fronteras entre géneros para develar su estilo. Luis grita: “Lo que está y no se usa nos fulminará”.

53. Las golondrinas de Plaza de Mayo

Invisible – ‘El jardín de los presentes’ – 1976

Tres minutos modélicos para cualquier proyecto que sueñe con hacer del tango rock y viceversa. La fluencia entre la espacialidad de Invisible (Pomo parece un adelanto de Stewart Copeland aquí) y el timbre del bandoneón se diría que es extrema: más no se puede. Si bien Spinetta aseguró que no había relación entre “golondrinas” y “madres” cuando escribió la canción, es difícil evitar que se asocie su descripción con las rondas de las Madres de Plaza de Mayo.

54. Contra todos los males de este mundo

Spinetta Jade – ‘Los niños que escriben en el cielo’ – 1981

Una especie de versión spinetteana de la leyenda de “San Jorge y el Dragón” traficada en un hard rock comprimido y anestesiado a su vez por los pedales y efectos (el sonido de Los niños que escriben en el cielo). En su momento, cuando la difusión del rock argentino era cuestión de voluntad y onda se pareció bastante a un hit.

55. Camafeo

Spinetta Jade – ‘Madre en años luz’ – 1982

Jade ya no es el nombre del jazz-rock canción sino que aquí se vuelve un ensamble de tecno AOR (Adult Oriented Rock) potenciado por el lirismo spinettiano. Máquinas de ritmo, palmas robóticas, el bajo en secuencia y ese verbo industrioso: “Se galvanizará”. La adaptación a jingle de Rock & Pop la hizo hit.

56. Ropa violeta

L.A. Spinetta – ‘Privé’ – 1986

A velocidad hardcore-punk Spinetta se despacha con esta maravilla de inspiración futurista que lo pone en la vanguardia del sonido ochentas (y no ochentoso). Si Pescado se le impuso como desafío a Pappo’s Blues, el mundo sonoro de Privé se repliega sobre el modernismo de Charly García. Una bomba.

57. La bengala perdida

L.A. Spinetta – ‘Téster de violencia’ – 1988

La “bengala” es la que mató a un hincha de Racing de 9 años. Excepcional en Spinetta, la canción tiende una línea directa con el noticiero y anticipa sus causas públicas de los 2000. Mezcla reflexión sobre el crimen (“Adentro queda un cuerpo/ la bengala perdida se le posó/ allí donde se dice gol”) con su lectura de Foucault (“Cultura y poder son esta porno bajón”).

58. La montaña

L.A. Spinetta – ‘Pelusón of milk’ – 1991

Como si alguna de las piezas más logradas de Kamikaze (con ese sentido atávico del canto) se hubieran grabado bajo el régimen tecno de Privé, esta oración cuasi budista también rankea entre lo mejor de lo mejor del repertorio de Spinetta. “Trepen a los techos ya llega la aurora”. Microblogging antes de Twitter.

59. Dedos de mimbre

L.A. Spinetta – ‘Fuego gris’ – 1993

“Dedos de mimbre” forma parte de la banda de sonido que Spinetta compuso para el film Fuego gris (Pablo César) y que a veces es relegado injustamente en su discografía. Introducida por un paisaje sonoro en plan Flash Gordon, la canción sube desde la guitarra acústica hasta quebrar en una onomatopeya gritada.

60. Bosnia

Los Socios deI Desierto – ‘Los Socios del Desierto’ – 1997

“Ellos caen como violines en la rapsodia típica de Bosnia”. La larga guerra de los Balcanes mueve a Spinetta a poner la lupa sobre el mundo de las noticias una vez más. Es posible que la misma palabra “Bosnia” le haya inspirado el aire fantasmagórico del tema que muta a una incandescente zapada.

61. Como el viento voy a ver

Los Socios del Desierto – ‘San Cristóforo (un sauna de lava eléctrico)’ – 1998

Para el disco en vivo de los Socios, Spinetta eligió reversionar algunas canciones del pasado como la zeppeliniana “Como el viento voy a ver” de Pescado 2. El trío sobrevuela el blues original con experticia: sube y baja la intensidad para regodearse en los crescendos y hacer del estribillo un fogonazo. Justicia total para con el original de los 70.

62. La verdad de las grullas

L.A. Spinetta – ‘Silver sorgo’ – 2001

“Soft” es una definición virtuosa para describir la atmósfera que campea en esta canción que suma especies al zoo spinettiano (impalas, cuervos, elefantes, pelícana). Pendular, consigue un suave efecto hipnótico que semeja a un inexplicable bienestar.

63. Qué hermosa estás

L.A.Spinetta – ‘Pan’ – 2006

A los cinco minutos y tres segundos de “Qué hermosa estás” sólo puede seguirle un silencio profundo. Ese fade out que se oculta con la guitarra de Luis chisporroteando entre un soberbio arreglo de cuerdas es pura metáfora de su arte. Un equilibrio entre la belleza clásica y el caos vanguardista.

64. Los elefantes

Almendra – ‘Almendra’ – 1971

La atmósfera experimental del álbum doble y la pericia melódica de Almendra bien pueden resumirse en esta canción alegórica (sobre todo por las metáforas que introduce la guitarra). Basta repasar las ráfagas de wah wah que, como rayones o rajaduras, Molinari superpone en contrapunto al plano de la estructura acústica. El final con esos buches de ruido ensimismado es antológico.

65. Blues de Cris

Pescado Rabioso – ‘Desatormentándonos’ – 1972

“Cris” es Cristina Bustamante, la misma de “Muchacha” y el “blues” no es exactamente un blues. Spinetta se suma, a su particular modo, a la tendencia “pesada” del rock argentino. Otra vez con el modelo voluptuoso de Led Zeppelin, la apertura de Desatormentándonos presenta el proyecto rabioso de Pescado. Orgásmico, el “blues” se viene, literalmente, encima.

66. Rock de la selva madre

Pescado Rabioso – ‘Pescado 2’ – 1973

Tras la memorable intro de Cutaia surge Spinetta diáfano con el password: “Madreselva por el prado va”. Un slow rock bluseado que desemboca en una profunda meditación sonora. Hacia el final (6:33) hay un inadvertido crescendo rocker en la sintonía de Ziggy Stardust (Bowie) o Mott the Hopple.

67. Por

Pescado Rabioso – ‘Artaud’ – 1973

Como en una poesía concreta, las palabras se aíslan de cualquier contexto y se reducen a su sonido. Tal que parecen las notas de un vibrafón que Spinetta acciona sólo con nombrar. Al final queda esta especie de mantra semántico que se repite como un rosario desarticulado. No hay banda; tampoco lenguaje.

68. Azafata del tren fantasma

Invisible – ‘Invisible’ – 1974

De esta pieza acústica tocada como si de Rush se tratara se hizo leyenda aquello de que la “azafata del tren fantasma” era Isabel Perón. De todos modos sí hay algo isabelino en esta fábula de poder y traición que deviene en un formidable pasaje instrumental exploratorio para desembocar en hard rock.

69. La diosa salvaje

Spinetta Jade – ‘Alma de diamante’ – 1980

Con más protagonismo de Luis en la instrumentación (guitarra), “La diosa…” resulta una síntesis dialéctica entre el rock acústico de Invisible y el jazz eléctrico de A 18’ del sol. La letra es de un encantamiento ritual: la vida (biológica y material) rendida a un ente inespecífico.

70. Sexo

Spinetta Jade – ‘Los niños que escriben en el cielo’ – 1981

“S-e-x-o”. Spinetta diluye las fronteras del lenguaje para nombrar una palabra clave de la cultura y desarticularla de tal manera que pareciera decir “said so” en inglés u otra cosa. Como en “Contra todos los males…” con el hard rock, aquí es el blues el género que revisita y desarma. Diego Rapoport simplemente brilla.

71. Tanino

Banda Spinetta – ‘Tanino’ – 1982

Uno de los secretos mayores del cofre spinettiano es esta canción que los iniciados descubrían a fuerza de copiar un casete pirata. “Tanino” refleja la transición entre Invisible y Jade conocida como Banda Spinetta. Sólo piano eléctrico (Diego Rapaport) y guitarra para canción jazz-bossa y larga improvisación.

72. Alfil, ella no cambia nada

L.A. Spinetta – ‘Privé’ – 1986

Privé, el disco tecno pop de Spinetta, abre con esta metáfora social delimitada por un tablero de ajedrez. La batería programada y el sonido sintético de la guitarra no tienen correlato en la voz de Luis que no se pliega al estilo frío de la época y prefiere mantener una impronta decididamente rockera.

73. Gricel

Spinetta Páez – ‘La la la’ – 1986

Una gran versión de Spinetta y Páez del tango de José María Contursi y Mariano Mores. Luis expresa el drama de la letra sin por eso establecer un registro mimético con el tango. Sobresale el arreglo mutante de la voz y ese contrabajo casi rascado, apenas perceptible.

74. Lago de forma mía

L.A. Spinetta – ‘Pelusón of milk’ – 1991

Con sólo el nombre de la canción alcanzaría para producir un hecho estético. Pero hay mucho más, claro. Un Spinetta inspiradísimo construye el estribillo ubicando las palabras como si no pudieran decirse juntas de ninguna otra manera.

75. Hombre de lata

L.A. Spinetta – ‘Pelusón of milk’ – 1991

Si Spinetta influyó directamente en el Cerati post Canción animal habrá que decir que esta vibrante canción pop (de marcada arquitectura tecno) no puede pensarse fuera del temblor provocado por Soda Stereo y hasta le hubiera quedado perfecta al repertorio de Dynamo. ¿Alguien pensó en “Primavera cero”?

Con Los Socios del Desierto, Spinetta rescató un perfil de guitarrista incisivo que había dejado atrás en Invisible
Con Los Socios del Desierto, Spinetta rescató un perfil de guitarrista incisivo que había dejado atrás en Invisible Fuente: RollingStone – Crédito: Archivo

76. Estás acá

Los Socios del Desierto – ‘San Cristóforo (sauna de lava eléctrico)’ – 1998

“Vamos a tocar y nada más”, anuncia Spinetta en la apertura del vivo San Cristóforo y se pone en marcha el arsenal contundente de los Socios del Desierto con un tema entonces inédito. Son cuatro minutos sostenidos en el golpe de maza de Wirtz y con un solo criminal y hendrixiano de Luis. Qué guitarrista…

77. Ave seca

Los Socios del Desierto – ‘Los ojos’ – 1999

El segundo disco de los Socios del Desierto desdice toda la intensidad rocker del doble debut. Un Spinetta introspectivo pone al trío en modo de implosión aunque al final se desata una pequeña tormenta eléctrica capaz de sostener el peso poético de la letra: “Ven a volar en mi ave seca/ hecha con hilos de diamante”.

78. El enemigo

L.A. Spinetta – ‘Silver sorgo’ – 2001

Flotante y circular, la seducción de una canción como “El enemigo” radica en su patchwork de texturas. Desde el acuoso órgano que la introduce a la distorsión seca de la guitarra y la apabullante presencia de la base (Wirtz-Malosetti). Spinetta estrena década y siglo inamovible en su convicción artística.

79. Atado a tu frontera

L.A. Spinetta – ‘Pan’ – 2006

Para el disco Pan, Spinetta optó por una vuelta al sonido analógico lo que le da a este cuerpo de canciones una inmediatez de música en vivo. Es notable cómo Luis encuentra maneras inauditas de expresar su discurso amoroso: “Espero que dios tenga tu gracia/ yo sólo estoy atado a tu frontera”.

80. Mi espíritu se fue

Pescado Rabioso – ‘Pescado 2’ – 1973

Con esta canción puede armarse una genealogía spinettiana anticipada en “Para ir” y “Dulce 3 nocturno”, también compuesta en sociedad con Bocón Frascino. Entre guitarras acústicas y osciladores, Pescado R. llega a un lugar virgen, único, del rock argentino.

81. Dios de adolescencia

Invisible – ‘Durazno sangrando’ – 1975

“Dios es un mundo en el que amar es la eternidad”, teologiza Spinetta en esta fábula de libertad individual que tiene a una chica sin nombre por protagonista. El armado instrumental tiene la precisión y liviandad de una pieza de origami y se corresponde con una melodía que parece silbada por el viento.

82. Toda la vida tiene música hoy

L.A. Spinetta – ‘A 18´del sol’ – 1978

Hay algo de “Beto…” en ese dejarse caer de la intro pero es una ilusión sonora. La intención melódica es breve y contundente aunque esté acotada por un paréntesis instrumental. La textura fría de los sintetizadores anticipa directamente a Jade.

83. Bomba azul

L.A. Spinetta – ‘Pelusón of milk’ – 1991

El Spinetta crooner que se insinuó tímido en “Laura va” y se manifestó hasta el exceso de género en “Only love can sustain” tiene aquí un punto muy alto. Cantando bajito y sereno sobre un colchón sintetizado, alumbra nuestro imaginario: “Pasará al Edén, como las palabras bomba azul con su dentellada herida por su inspiración”.

84. Hermano perro

Almendra – ‘Almendra en Obras’ – 1980

El tema proto-punk de Spinetta es uno de los bises que se grabaron para el disco en vivo y entrega el momento más intenso del regreso con un extraño solo de Edelmiro Molinari. La ovación en el último golpe de platillo es atronadora y le sigue un grito de corazón: “Almendra”.

85. No te busques ya en el umbral

Spinetta Jade – ‘Los niños que escriben en el cielo’ – 1981

El poder cautivador de “Umbral” es tal que ese final abrupto hace las veces de despertador. No en vano Luis canta que “algo tiene un ensueño en este insomnio”. La estructura celular con Rapaport y Spinetta solos contra el mundo guía a una concentración extrema. Por la atmósfera, podría haber estado en Kamikaze.

86. Nunca me oíste en tiempo

Spinetta Jade – ‘Los niños que escriben en el cielo’ – 1981

En el cierre de Los niños que escriben… Jade consigue un balance perfecto entre el uptempo del pop y los rodeos especulativos del jazz-rock que sigue siendo la marca de fábrica del ensamble. La instrumentación también establece ese diálogo entre las guitarras cristalinas y la arquitectura de los sintetizadores.

87. Y tu amor es una vieja medalla

L.A. Spinetta – ‘Kamikaze’ – 1982

En una de las composiciones más rítmicas de Kamikaze, Spinetta es capaz de segmentar la palabra “amor” hasta casi el infinito (como en un laberinto de espejos). Luis arma groove con la guitarra acústica y con su voz, que aquí hace de beatbox poético. La armonía jazzera y el impulso rocker alcanzan un equilibrio perfecto.

88. Casas marcadas

L.A. Spinetta – ‘Kamikaze’ – 1982

Lo de “casas marcadas” termina siendo una descripción digna de Bradbury (“vaya con la casa que despide viento”), aspecto que enfatiza ese sorprendente final de música concreta hecho de cut & paste radiofónico. Spinetta-ficción de alto vuelo.

89. La rifa del viento

L.A.Spinetta – ‘Mondo Di Cromo’ – 1983

Si Mondo… era algo así como la cara “B” de Kamikaze, este disonante número acústico bien puede ser el pasaje entre ambos discos. “Nena, lléname este cupón/que quiero ver si acaso gano algo en la rifa del viento”. Con potencia de mantra, Luis canta sobre una armonía compleja que deviene metáfora.

90. Como un perro

L.A. Spinetta – ‘Privé’ – 1986

Si algo le faltaba a Privé para situarlo en la primavera alfonsinista es la mención al “austral”, la efímera moneda de la democracia, que Spinetta hace en la letra de este midtempo con inflexiones de blue eyed soul (ABC, Thompson Twins). Pura obsesión erótica: “Tengo envidia de ese jean que te sujeta para sí”. Qué calor hará con vos en verano…

91. La pelicana y el androide

L.A. Spinetta – ‘Privé’ – 1986

Privé se quedó con algunas de las ideas del frustrado álbum a dúo de Spinetta y Charly. Esta balada de inspiración surrealista era una de las composiciones que se suponían parte del proyecto. Una pieza sobrecogedora corrida del ejercicio tecno-pop que campea en el disco.

92. Gabinetes espaciales

Almendra – Simple – 1969

Una verdadera rareza entre los simples que precedieron la salida del seminal debut de Almendra. Entre el optimismo beat de “El mundo entre las manos” o “Campos verdes” y la melancolía de “Hoy todo el hielo…” aparece este ejercicio de psicodelia de la era espacial describiendo el exilio de la humanidad en el cosmos.

93. La búsqueda de la estrella

L.A. Spinetta – ‘La búsqueda de la estrella’ o ‘Spinettalandia y sus amigos’ – 1971

En el estrafalario debut solista, Spinetta se reserva un momento al piano. Entre el Nebbia pos Gatos y esa rareza de Pappo que es “Nunca lo sabrán” aparece esta balada que no se canta, se gime. “La memoria me resulta complicada”, se queja Luis mientras le pega al piano. Jack White debería escucharla y tomar nota.

94. Será que la canción llegó hasta el sol

L.A. Spinetta – ‘Mondo Di Cromo’ – 1983

Fuera de registro sobresale en el álbum esta canción folk que arma familia con “Todas las hojas…” y “Que ves el cielo”. Es un Spinetta de armonías más abiertas y melodías cantables, fogón-friendly podríamos decir, que se reencuentra con la sencillez (hasta ahí).

95. Cuando el arte ataque

Spinetta Páez – ‘La la la’ – 1986

El estribillo vuelve sobre una cuestión recurrente: la fe en el poder de cambio social del arte en un mundo secularizado. “¿Quién resistirá cuando el arte ataque?” es la pregunta que se hace este modernista en un contexto sonoro muy FM.

96. Cielo invertido

L.A. Spinetta – ‘Don Lucero’ – 1989

“Los envases y las cosas brotan como sexos”, describe Spinetta con un timbre tirando a siniestro. En una de las estructuras musicales más inasibles que haya compuesto y grabado se suceden imágenes contundentes y arreglos espaciales (ese interludio de ruido). Más artefacto que canción, todavía se está descifrando.

97. La melodía es en tu alma

L.A. Spinetta – ‘Don Lucero’ – 1989

Una larga y sosegada canción donde el misterio de las palabras (“Bien ya no hay fin/ sólo se ve una casa en nubes altas) y la potencia de los arreglos conspiran para crear un clima que se sostiene de principio a fin. El nivel de detalle y la voz paneada exigen auriculares y máxima atención. Gran, gran final.

98. Paraíso

Los Socios del Desierto – ‘Los Socios del Desierto’ – 1997

En su regreso a una formación de rock desde los días de Invisible, a Spinetta se lo escucha suelto y revitalizado al comando de los Socios del Desierto. Un continuo de palabra y guitarra que en “Paraíso” (¡la armonía del estribillo!) encuentra sofisticado equilibrio.

99. Agua de la miseria

L.A. Spinetta – ‘Para los árboles’ – 2003

Un momento alto del álbum Para los árboles que también tuvo su versión en video con un histriónico Luis Alberto Spinetta asumiendo varios roles. Incluso el propio; un artista de 53 años y melena encanecida que ruge: “Ya no me digas que se siente en la eternidad sin una gestión de tu corazón”.

100. Mariposas de madera

L.A. Spinetta – ‘Las bandas eternas’ – 2010

En Vélez, ante una multitud, Spinetta reveló al fin el secreto; su “Muchacha…” de Almendra fue inspirada por las “Mariposas de madera” de Miguel Abuelo en su etapa de juglar folk . Versión sentida que nos pone ahí: donde empezó y terminó todo.

Textos de Fernando García. Publicado en la Edición de Colección de Rolling Stone dedicado a Luis Alberto Spinetta en 2013.

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